El artículo de
Javier Franco constituye un recurso muy útil para conocer más de cerca la
articulación interna de los Estudios de Traducción en España a través de la
radiografía de uno de sus principales medios de difusión: las revistas
especializadas. El autor proporciona datos que no solo permiten comparar unas
revistas con otras en función de su
índice de impacto (acaso el factor que mayor interés despierta en el
investigador individual que busca difundir su trabajo a través de uno de estos
medios), sino -lo que desde mi punto de vista resulta más interesante - que
permiten describir tendencias, amenazas y oportunidades de futuro para este
ámbito de publicaciones académicas.
El estudio de Javier
Franco descansa sobre un recurso único de que él es también autor: la
Bibliografía de Traducción e Interpretación (BITRA) que contenía en septiembre
de 2011 "over 50,000 references to publications written in multiple
languages, including data for 19 living TS journals published in Spain" (p. 340).
Concebida desde un planteamiento colaborativo, BITRA crece gracias a las
aportaciones de los propios investigadores que envían sus referencias o las de
otros colegas.
Coincido con
Javier Franco en que la existencia de 19 revistas españolas especializadas en
Estudios de Traducción es sorprendente "given the peripheral scientific
status and the size of Spain" (p. 340), y en que esta circunstancia es una
de las consecuencias de la rápida expansión de los estudios universitarios en
traducción e interpretación a lo largo y ancho de nuestro país en los últimos
20 años (en el momento de la redacción del artículo eran 25 los centros
españoles que ofrecían algún tipo de titulación
en Traducción e Interpretación).
En el segundo
apartado de su artículo Javier Franco pasa revista a la historia de las
revistas de Traducción e Interpretación en España. Dentro de lo que el autor
denomina "the feverish acivity (…) for the 20 years that go from 1990
until 2009" (p. 342) quizá el dato más sorprendente sea el paso, a lo largo de la
década de los 90, de 4 a 19 revistas especializadas; se trata de un desarrollo
tardío a juicio del autor, quien entiende este hecho como una consecuencia del
establecimiento, también tardío, de los estudios de traducción como disciplina
autónoma.
El tercer apartado
del artículo contiene una descripción de la naturaleza de las revistas. El
autor entiende que la expansión de los Estudios de Traducción en nuestras
universidades ha traído parejo "what could be termed [an] 'academization
of TS journals", fenómeno en cualquier caso no restringido a nuestro país
(p. 345). Franco Aixelá llama la atención sobre algunas revistas que son fruto
de los esfuerzos conjuntos de varias instituciones (Tradumàtica, MonTI) , así como sobre el hecho de que 16 de las
19 revistas publiquen en acceso abierto (1). El autor destaca también el hecho
de que no exista ninguna revista especializada en interpretación, hecho que
"coincides with the small presence of interpreting within the international
catalogue of TS journals" (p. 347): solo 7 de 130 de los que recoge BITRA.
Resulta preocupante,
según Franco Aixelá, que solo 4 de las revistas que nacen antes de 2008 estén
incluidas en la base de datos ERIH, lo que implica su falta de visibilidad internacional. Pero
el dato más significativo es quizá el factor de impacto tan pequeño que tiene
el conjunto de las revistas españolas. Este impacto lo calcula el autor para el
periodo comprendido entre 2001 y 2010. Excluye a las revistas nacidas antes de
2006 porque, según ha observado en los datos de BITRA, las revistas se citan
menos que las monografías y las publicaciones de humanidades tienen "a
much longer citing life than articles from hard sciences", lo que implica
que muy pocas se citan en sus primeros años de vida.
El autor
entiende que la gran cantidad de
revistas y los amplios ámbitos temáticos que cubren indican una sana y
prolífica actividad investigadora que, no obstante corre el peligro de
convertirse en investigación irrelevante si, ante la existencia de tantas
revistas (sobre todo generalistas) compitiendo entre sí, estas tienden a disminuir la exigencia de sus
criterios de admisión de publicaciones. Si, como es previsible, además los
investigadores tienen problemas en digerir la cantidad de investigación
generada, la consecuencia sería la dificultad para encontrar lectores para los trabajos y la consiguiente falta de citas. Si bien
comparto con el autor la segunda apreciación, disiento de la primera,
puesto que creo que si la competencia es grande entre revistas, grande es
también el número de investigadores aspirantes a publicar sus trabajos que
compiten entre sí, lo que tiene que animar a las revistas a seguir manteniendo
sus criterios de calidad. El autor propone como solución preventiva ante el peligro
de trivialización de algunas revistas (sobre todo las generalistas) una
racionalización del panorama de publicaciones, mediante la firma de acuerdos interuniversitarios para
lograr publicaciones conjuntas.
No puedo sino
estar de acuerdo con Franco Aixelá en su visión de la doble función que han de
desempeñar nuestras revistas especializadas en traducción: Promocionar la
investigación de nuestro personal, sí,
pero también llegar a ocupar una posición apreciable en el contexto
global de investigación en Estudios de Traducción.
En relación a esta
última cuestión, el autor reflexiona
sobre la influencia que tienen la política lingüística y la política de acceso
abierto en su visibilidad internacional.
Comparto con el autor el convencimiento de que el acceso abierto y la
inclusión en bases de datos contribuye decididamente a situar los trabajos en
el escenario internacional. En relación a la política lingüística de las
revistas, el autor entiende que el camino pasa por combinar pluralismo
lingüístico y visibilidad internacional.
Pone, de nuevo, el ejemplo de MonTI, que permite publicar en varios idiomas
en la edición impresa, mientras que para su edición en línea publica las
traducciones al inglés de los trabajos no originalmente escritos en esta
lengua.
Hay que resultar la
importancia de que alguien haya calculado el impacto individual y conjunto de
las revistas de traducción e interpretación en España, algo posible solo gracia
a que todas ellas están incluidas en la base de datos de la que se han obtenido
los datos, BITRA. Lo anterior también refuerza el estatus de esta base de datos
como una de las primeras direcciones e consulta para los investigadores de
nuestra interdisciplina.
En mi opinión
este artículo es sintomático de que la disciplina está alcanzando su momento de
madurez en nuestro país, puesto que artículos como este indican que ya podemos
echar la vista atrás y observar el camino andado que no es poco. Conviene ahora
afrontar el futuro con criterio, y para ello sin duda las reflexiones de este
artículo serán de utilidad.
(1) Aquí querría hacer una precisión: El autor señala que Hermeneus
es una de las 3 revistas que publica solo en formato impreso. No obstante, Hermeneus pone en su página web todo el
material de la revista en formato electrónico (http://blogs.uva.es/hermeneus/) al cabo de unos meses de la
publicación impresa de cada uno de los números.
[Enlace en WorldCat al García y Monzó (2012): http://buva.worldcat.org/oclc/81436815]
No hay comentarios:
Publicar un comentario